A día de hoy todavía no existe una vacuna o un tratamiento específico para el COVID-19. Por ello, la única estrategia con la que contamos es evitar el contagio o tratar los síntomas en caso de contraer la enfermedad.
Las medidas básicas de precaución para evitar las infecciones del COVID-19, son las mismas que para la trasmisión de otros virus:
- Evitar el contacto con personas que están enfermas.
- Lavarse las manos a conciencia y de forma frecuente, durante al menos 40 segundos con agua y jabón o utilizar un desinfectante para manos que contenga al menos un 60% de alcohol.
- Evitar tocarse la boca, la nariz y los ojos si previamente no se han lavado las manos.
- Taparse la boca al estornudar o al toser con un pañuelo desechable y tirarlo a la basura. Si no tenemos un pañuelo, cubrirse la boca y la nariz con el codo y nunca con la mano, para evitar depositar las gotitas respiratorias en superficies que puedan tocar otras personas.
- Limpiar con frecuencia los objetos y superficies que tocamos a menudo.
Estas son las medidas y recomendaciones de la Comunidad de Madrid para la contención del COVID-19:
- Cierre de todos los Centros de Día de la Comunidad de Madrid.
- Cierre de todos los centros educación infantil, primaria, secundaria, bachillerato, así como de las universidades de la Comunidad de Madrid.
- Suspensión de las cirugías programadas, así como de las citas médicas no preferentes.
- Uso de la telemedicina para los centros residenciales.
- Fomentar el cuidado de los mayores en los domicilios.
- Evitar los viajes no imprescindibles.
- Evitar las visitas a los centros de salud.
- Permanecer en el domicilio si se presentan síntomas.
- Mantener una distancia de al menos 1 metro con personas que presenten síntomas de resfriado.
- En caso de sospechar un contagio, llamar al 112 y seguir el procedimiento marcado. Así evitamos saturar los servicios de urgencia.
COVID-19: Espcial precauciones con la población más sensible y de riesgo
En las noticias nos bombardean con información sobre la peligrosidad del coronavirus en personas mayores. Sin embargo, no se trata tanto de una cuestión de edad, sino más del estado general de salud. El coronavirus puede ser especialmente peligrosos para aquellas personas que tienen una enfermedad crónica, inmunodepresión u otras complicaciones de salud, dolencias que se encuentran con más frecuencia dentro de la población mayor.
El coronavirus es potencialmente peligroso en personas mayores de 80 años o con patologías cardiovasculares, respiratorias o inmunológicas previas. Las personas con obesidad, hipertensión arterial, diabetes o patologías cardiovasculares y cerebrovasculares tienen mayor riesgo debido a la tendencia a tener una respuesta inmune deficitaria, lo cual aumenta la probabilidad de desarrollar una neumonía vírica grave. A su vez, una neumonía grave, puede empeorar una cardiopatía o insuficiencia respiratoria previa, dando lugar a un empeoramiento de la enfermedad que la persona ya padecía. Estos aspectos aumentan las complicaciones y la mortalidad en personas con problemas cardiovasculares previos a la infección por COVID-19.
Las medidas de protección son muy importantes en estos colectivos, ya que aún no existe una vacuna o un tratamiento específico. Por lo tanto se recomienda que los cuidados de las personas mayores o con enfermedades crónicas, se realicen en sus domicilios y que eviten salir de sus casas o hacer viajes innecesarios.
