La necesidad de contratar un Cuidador en Domicilio

Muchos de nosotros tenemos familiares mayores que, por desgracia, han perdido parte de su autonomía en las actividades que antes realizaban. Esta pérdida de autonomía puede deberse a un deterioro en su movilidad o a un deterioro a nivel cognitivo (lapsus de memoria, desorientación temporal…).

Ante esta situación, nos toca decidir qué es lo mejor: acordar con ellos que sigan viviendo en su domicilio, que se trasladen al nuestro o que ingresen en una residencia.

Si queremos que nuestros familiares permanezcan en su hogar o en el nuestro tenemos que contar con que, a partir de ese momento, van a necesitar una mayor dedicación por nuestra parte. Ya no será suficiente con la visita semanal de los sábados a comer, sino que el apoyo tendrá que realizarse con mayor o menor intensidad en función del deterioro que presenten.

En los tiempos que corren, muchas familias tienen dificultades para compaginar el trabajo y la vida personal, por lo que el cuidado de nuestros mayores es algo más a lo que hacer frente, dentro de un tiempo finito. El día tiene 24 horas y de un momento a otro, necesitamos 6 horas más para afrontar todo con éxito.

Tanto nuestros mayores, como nosotros tenemos el deseo de estar a su entera disposición y de devolverles en forma de cuidados todo aquello que han hecho por nosotros a lo largo de su vida. Sin embargo, esto no siempre es posible. Cuando la carga de trabajo y la carga familiar nos sobrepasan, tenemos que buscar apoyo: apuntar a nuestros mayores a un centro de día, contratar a alguien que esté en el domicilio cuando nosotros trabajamos…

Actualmente existen muchos prejuicios respecto a los servicios de apoyo en domicilio. Vivimos con el temor de que la persona que atiende a nuestros mayores no la va a tratar de la misma manera en la que nosotros lo hacemos. Y es cierto, nadie tiene el mismo vínculo que nosotros tenemos con ellos. Pero un profesional de apoyo en domicilio puede tener otros conocimientos de los que nosotros carecemos. El profesional de apoyo en domicilio, gracias a su formación y experiencia, puede conseguir, no solamente que nuestros mayores tengan cubiertas sus necesidades básicas, sino que recuperen parte de la autonomía perdida. El profesional de apoyo en domicilio es una persona que ha recibido una formación para tratar con personas en situación de dependencia, que sabe detectar necesidades cuando el otro no es capaz de expresarlas y que de forma empática da el apoyo necesario para cubrirlas.

 

Por tanto, no debemos sentirnos culpables cuando nosotros no tenemos los recursos suficientes para atender a nuestros mayores. Todos tenemos limitaciones en diferentes aspectos de nuestra vida y el no poder atender personalmente a nuestros mayores puede ser una de ellas. De la misma forma que en ocasiones nos vemos obligados a dejar a nuestros hijos al cuidado de una niñera, ¿por qué no podemos dejar que un profesional atienda a nuestros mayores? Y más aun teniendo en cuenta el beneficio que pueda suponer para el mayor, el hecho de estar atendido por un profesional. De esta manera, cuando volvamos de trabajar, después de un duro día de trabajo, podemos encontrarnos a nuestros mayores con todas sus necesidades cubiertas y poder disfrutar con ellos del tiempo libre, sin preocuparnos por nada más que darles nuestro cariño.

 

Andreea Circu

Coordinadora de VITA PROFESIONALES