La natación, el deporte más completo

Nadar es uno de los deportes más completos, beneficiosos y seguros: estiliza la figura, mejora la forma física general y, además, relaja. No hay límite de edad ni se requiere una condición física especial para moverse y disfrutar en el agua. La natación es el deporte por excelencia, el más recomendado y accesible para todo el mundo. Además, es una excelente terapia en casos de rehabilitación o problemas funcionales. La gran ventaja de la natación es que las articulaciones y los músculos se mueven sin tener que soportar peso, por lo que el riesgo de lesión o daño es mínimo. Pero no por ello es menos efectivo: la resistencia al agua hace que el cuerpo gaste mucha energía para moverse, esculpe el cuerpo y combate la celulitis. Además, al desarrollarse en una medio relajante es uno de los mejores métodos para desestresarse. Al nadar, todos los grupos musculares trabajan con resistencia, lo que permite un desarrollo armonioso. A braza, estilo libre, de espaldas, cada modalidad tiene su técnica y sus ventajas. A braza, muy fácil Los debutantes suelen nadar a braza porque es fácil y permite disfrutar del agua enseguida. Pero no hay que contentarse con mover los brazos sin meter la cabeza, ya que los beneficios son menores e incluso puede ocasionar dolores cervicales y lumbares. Este estilo fortalece los músculos posturales, evitando problemas de espalda. Es recomendable para personas asmáticas pero no es el mejor para quienes tienen problemas de rodilla. Una hora de braza te hace quemar 250 calorías. El estilo libre, el más técnico Es el estilo deportivo por excelencia. Requiere un mínimo entrenamiento y resistencia para su práctica correcta. Todos los músculos deben estar estirados para entrar correctamente en el agua y hay que tener un buen control de la respiración. Aunque parezca lo contrario, el estilo libre es más suave que la braza. Este estilo tiene una demanda energética importante pero no existe ninguna contraindicación para practicarla. Media hora de crawl puede quemar 700 calorías. De espaldas, el más beneficioso Es el estilo más recomendable para quienes sufren problemas de espalda o están en baja forma. La respiración es muy fácil, ya que la nariz y la boca están fuera de agua. Los movimientos de piernas son los mismos que para el estilo libre y hace trabajar bien el glúteo y las pantorrillas. No existe tensión dorsal y todos los músculos fijadores de la postura son reforzados, lo que previene dolores. También es muy buena para los brazos, el pecho y los abdominales. Una hora nadando de espaldas te hará quemar unas 210 calorías. Mariposa, para profesionales Muy estético, el estilo mariposa es también uno de los más difíciles. Es mejor dominar antes el estilo libre y la espalda; si no, corres el riesgo de agotarte y hacerte daño en la espalda. La clave está en la acción simultánea de brazos y piernas, que exige una gran coordinación. Ideal para embarazadas El agua es el único elemento donde una embarazada de siete meses puede sentirse ligera. Al nadar se recibe un masaje suave en las piernas y el dolor de espalda se atenúa con la disminución del peso. Hacer la plancha es ideal para relajarse. Nadar también es muy recomendable para recuperar la silueta después de dar a luz. Qué necesitas Unas gafas, un bañador deportivo, un gorro para el pelo, tapones para los oídos, una toalla o albornoz y unas chanclas. Hay tablas especiales que puedes utilizar para tonificar piernas y brazos