El apoyo integral a una persona no es ayudarle en todo, sino posibilitar que haga las cosas que por sí misma no puede hacer, velar por su bienestar en el sentido más amplio de la palabra. Por ello, siempre priorizando la seguridad, es responsabilidad y objetivo de los profesionales empoderar y facilitar la toma de decisiones por parte de cada individuo sobre su propia vida.
Todos necesitamos sentirnos aceptados y valorados para tener una autoestima positiva, así como motivación para desarrollar al máximo nuestro potencial.
Los servicios de ayuda en domicilio, acompañamientos hospitalarios o acompañamientos médicos y actividades de ocio, pueden suponer una oportunidad excepcional para mantener y mejorar las diferentes capacidades con las que cuenta el usuario. Fomentar la autonomía en las actividades de la vida diaria, puede ser tan simple como encontrar una consulta durante un acompañamiento médico, o elegir y pagar un desayuno en un bar con supervisión -si fuera necesario-, elegir la ropa que nos ponemos cada día con la persona que presta el servicio de apoyo en domicilio…
Subestimar a una persona o confiar en ella, puede marcar la diferencia. Para fomentar la autonomía personal hay que actuar e intervenir más con la capacidad, y menos con la discapacidad.
Elena González Martín
Trabajadora Social en VITA Profesionales
